La nueva tendencia de comunicarnos a través de simbologías
El ecoetiquetado o etiqueta ambiental, es la nueva manera que tenemos para diferenciar los productos que poseen un valor agregado ambiental de los que no. Es decir, productos que se diferencian de su competencia por su capacidad de minimizar impactos ambientales negativos o maximizar impactos ambientales positivos. Existen ejemplos de marcas a nivel internacional que se han desarrollado por más de 40 años en este tema y lo muestran al mundo a través de un símbolo que los respalda. En Latinoamérica se ha empezado con el desarrollo e implementación de esta iniciativa, ejemplos de ellos son: sello ambiental colombiano y el sello ambiental brasileño.
Un aspecto de suma relevancia es siempre verificar la veracidad de las ecoetiquetas, para ello, una forma de hacerlo es que deben cumplir con las normativas ISO 14020 (etiquetas y declaraciones ambientales- Principios generales), ISO 14024 (etiquetas y declaraciones ambientales-Etiquetado ambiental tipo I) y ISO 14025 (etiquetas y declaraciones ambientales- Declaraciones ambientales tipo III) (Rodríguez, 2016). Esta revisión es requerida ya que, existen tres tipos de ecoetiquetado: ecoetiquetas tipo I según ISO 14024, ecoetiquetas tipo II según ISO 14021 y ecoetiquetas tipo III según ISO 14025.
Las ecoetiquetas tipo I indican que el producto se puede preferir antes que alguno de la competencia que no la posea. La bondad ambiental de esta ecoetiqueta se basa en múltiples criterios ambientales analizados a lo largo del ciclo de vida del producto. Las ecoetiquetas del tipo II son autodeclaraciones desarrolladas por los fabricantes, distribuidores, entre otros, para transmitir información sobre aspectos ambientales de sus productos o servicios, no existe certificación por una tercera parte, pero la información ofrecida debe ser verificable, exacta y pertinente para mantener la credibilidad de los consumidores. Finalmente, las ecoetiquetas tipo III ofrecen información cuantificada y verificada sobre el ciclo de vida de un producto o componente a sus clientes (Bala & Fullana, 2016).
En Costa Rica, la Dirección de Gestión de Calidad Ambiental (DIGECA) como ente oficial en temas de cambio climático se ha pronunciado con respecto al tema de ecoetiquetado, y otorga una definición propia de la Organización Internacional para la Normalización (ISO):
“se entiende por etiquetas ambientales o eco-etiquetas las manifestaciones, declaraciones o afirmaciones, con forma de símbolos, que se otorgan a aquellos productos cuya producción y reciclado producen un menor impacto sobre el ambiente debido a que cumplen con una serie de criterios ambientalmente más adecuados, definidos previamente por el análisis de su ciclo de vida”.
Se puede observar en esta definición que para el eco etiquetado se utilizará como determinante el ciclo de vida del producto al cual se le agrega algún símbolo. En Costa Rica desde febrero de 2019 existe vigencia del Acuerdo -006-2019 – MINAE, denominado Programa Nacional de Etiquetado Ambiental y de Eficiencia Energética de Costa Rica y creación del comité técnico de etiquetado ambiental y energético.
Es por ello que debemos informarnos sobre el tema, ya que será pan de cada día en un futuro cercano, por cuanto a las ventajas que este nuevo sistema de comunicación representa para los consumidores de productos que queremos asegurarnos que el impacto negativo al ambiente que generamos es el menor posible.
Referencias bibliográficas
- Bala, A. & Fullana, P. (2016). Diagnosis ambiental y ecoetiquetas. Ecoembes. Recuperado de:https://www.ecoembes.com/sites/default/files/archivos_publicaciones_empresas/diagnosis-ambiental-y-ecodiseno.pdf
- Dirección de Gestión de Calidad Ambiental (2017). Producción y consumo sostenibles. Recuperado de http://www.digeca.go.cr/areas/ecoetiquetado
- Rodríguez, L. (2016). MINAE. Recuperado de: http://www.sepsa.go.cr/PRODUCTOS/ALERTA_AGROCLIMATICO/docs/2016-05/Ecoetiquetado.pdf